¡Hola Mark! Dado que nos acercamos al final del tratamiento de mi mamá, quiero agradecerte por tu persistencia, positividad y, lo más importante, amabilidad y experiencia. Tu carisma nos cautivó a todos, y confiamos en ti. Mi mamá ahora entiende que tiene que hacer su parte, y tú fuiste quien la llevó a ese punto positivo. Es una lástima que no puedas trabajar más con ella. Eres un terapeuta increíble que enseña al paciente a enfrentar el proceso. Aprecié eso. Siempre eres bienvenido en la casa de mis padres para tomar un café cuando estés cerca.

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